Adiós 2019, adiós década

O lo  que la terapia me dejó.

(Por Kenshi86)

Más que en 2009, siento hoy en el ambiente el espíritu de la llegada de una nueva década. El siglo XXI deja de ser un bebé, los nacidos en 2000 ya tienen mayoría de edad y gobiernan las redes sociales de internet donde se crean nuevos lenguajes y nuevas formas de expresión.

Particularmente odio estos recuentos cursis de "lo que me dejó este año", "sorpréndeme 2020" y cosas por el estilo; sin embargo aquí voy, porque 2019 fue un año diferente, complicado, aleccionador. Y aunque el proceso personal no termina con las doce campanadas del último día del año, sí puedo alcanzar a comprender ciertas cosas.

No voy a marearlos con la cotidianeidad de mis meses. Cada quien sabe lo que hubo en su año, pero lo que ya me estoy tardando en decirles es que este año, una partida del alma me hizo sentir que dentro de mi o junto a mi o cerquitita de mi está presente y viva una niña pequeña que me necesita y requiere de toda mi atención. Que soy yo misma cuando  a los tres años pensé que mamá no regresaría tras dejarme encargada con mi tía; yo misma cuando a los 6 no podía parar de llorar en la escuela porque extrañaba profundamente a mamá; yo misma cuando a los 8 estaba angustiada al escuchar a mis padres discutir, y en fin, yo misma cada vez que necesité a un adulto sano y responsable en mi vida, cuidándome en un momento de vulnerabilidad y no lo tuve.

Sé que esta no es sólo mi historia y que cada quien atravesó sus laberintos; por lo tanto, sé que todas tenemos dentro de nosotras a esa pequeña niña que nos necesita y requiere toda nuestra atención y cuidado. Hoy siento que ir a su rescate, decirle que estoy haciendo todo lo posible por llegar hasta ella y cuidarla y quererla y protegerla es la única cosa por la que continúo con vida. Sanar a la niña asustada, abandonada y triste que fui es la única razón por la que nací. Cuando lo pienso mucho, es como hacer un viaje en el tiempo. Me gusta imaginar que así es, que encontrarme hoy en un proceso de sanación es volver al pasado como madre de mi misma y crear poco a poco un mejor futuro para esa pequeña, un mejor presente para mi.

Así que se termina el año y la década, pero no la búsqueda de esas niñas, de mi y de mi salud, para que al final no haya nacido en vano del vientre de mi madre que nació del vientre de mi abuela, que nació del vientre de mi bisabuela Clara Barrón. Quizá sanándome a mi pueda sanar a todas mis antepasadas. ¿Será difícil? Supongo que sí, pero por algo estoy aquí hoy, respirando.

Comentarios

Entradas populares