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Romper la maldición

Las maldiciones se parecen a las tradiciones: tanto una como la otra son una herencia que pasa de generación en generación. Al comienzo de la charla pasada identificamos que hay maldiciones (o tradiciones) explícitas y otras tácitas. Las explícitas se dicen textualmente o se tienen como costumbres bien sabidas, por ejemplo, que la gente crea que las mujeres sólo sirven para ser madres, que tienen que ser cuidadoras, mantenidas, “buenas esposas”, que se les prohíba el estudio, que no puedan participar en las decisiones económicas o de gobierno; o que los varones tienen que ser proveedores, protectores, tener solvencia económica, no deben expresar sus emociones, deben ser machos, violentos y también se les solapa si abandonan. Estas “tradiciones” actualmente se conocen como “roles de género”, pero también existen los roles familiares. Un ejemplo claro de rol familiar es el que se muestra en la película Como agua para chocolate , donde la hija menor, Tita, está condenada a ser la cui...

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